sábado, 22 de mayo de 2010

SUPER VELOZ

The Flash es un personaje que desde muy niño, de la era de las revista mexicanas Novaro (se me cayó el carnet), me gusta bastante. El personaje es súper rápido. Y usa sus poderes para combatir el crimen. O sea, un héroe al hueso. Años más tarde, me reencontré con el relámpago humano gracias a los argentinos de Perfil, en la revista Flush Man. Por cierto, ya no era “Bruno Alba” (Barry Allen) el héroe, era Wally West (Flashito), porque Barry había muerto en las Crisis.

El rubio forense de la policía de Central City volvió de la muerte. O de la Speed Force, concepto creado por Mark Waid en la brillante era de Wally en el papel protagónico. La "Final Crisis" lo trajo de vuelta y “Rebirth” lo reintegró en el Universo DC actual. Era obvio que llegaría una serie regular desde un nuevo número 1, acá lo tenemos y debo decir que tras leer los dos primeros números, al menos en el guión, esta serie me ha gustado bastante.

Geoff Johns sabe escribir cómics de superhéroes, y lo que es más importante, cómics entretenidos. Y con The Flash el escritor saca mucho partido al concepto que a mi juicio hacen interesante este nuevo comienzo: Barry Allen, profesional científico del Cuerpo de Policía de Central City, pieza vital para resolver casos criminales que requieren un enfoque de laboratorio y que en su alter ego es el héroe superveloz más importante del universo DC. Barry ha vuelto a su antiguo empleo ras estar en el programa de protección de testigos. Claro no puede decir que murió en la Crisis. Y Jhons lo integra a un contexto muy interesante que el mundo policíaco, mientras los Rogues ya preparan su artillería al saber que el Flash original ha vuelto.

Lo bueno que es que no es necesario estar enterado de todo lo de “Brighest Day” que es lo que me temía. Lo importante es que desde el futuro, las versiones futuristas de los Rogues, renegados que trabajan en el lado del bien, acusan a Barry de haber matado al Mirror Monarch, (una variante del futuro del Mirror Master) y entramos al jueguito de los viajes en el tiempo y te arresto de un crimen que vas a cometer. Oh, y reaparece el Captain Boomerang original, el resucitado.

En suma, me gustó este recomienzo de la epopeya del velocista escarlata que divide su tiempo como investigados científico del crimen en la Policía Forense y su actividad como superhéroe. Estoy ansioso que ver cómo se desarrolla esto, de la mano de las aventuras y la acción propias del género; y todo ese rollo de los viajes en el tiempo.

Eso sí, lo que no me convence es el arte de Francis Manapul, no sé, no lo trago, ese estilo como hecho a la rápida, no es de mi agrado. Lástima.

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