jueves, 30 de julio de 2009

EL DUO DINAMICO DE MORRISON

No me cabía duda de que Dick Grayson terminaría con la capucha del murciélago tras la tormentosa y desordenada saga The Batle for The Cowl. A mi juicio no fue del todo feliz ese capítulo en los mitos de Batman, sólo sirvió de excusa para ver a Jason Todd dejando la cagada y desvirtuando el manto de Wayne, sirvió para que Tim Drake se pusiera el traje un rato, sirvió para ver a Dick y Jason dándose de patadas, ver a la policía sobrepasada por el crimen, y claro; y sirvió para ver a Nightwing lamentándose y dudando de asumir su destino, el cual vuestro servido no dudaba que haría.

Ahora, DC trae de vuelta al dúo dinámico y esta vez la capa de Robin la asume Damian Wayne, el hijo de Bruce Wayne con Thalia. No me terminó de convencer del todo cómo Damian asume el papel de Robin y Tim toma otro camino. En fin. La cosa es que esta nueva colección trae un sello que puede dar garantías de una jornada muy, muy feliz. Tras Batman And Robin está al guión Grant Morrison y en lo lápices Frank Quitely, sí, los mismos de esa maravilla moderna llamada All Star Superman, definitivamente LO MEJOR que he leído del azuloso es años.

Claro, acá Morrison no tiene las manos libres para “hacer lo que quiera” con los personajes, porque no es una colección All Star y está atada a la continuidad de Universo DC “normal”. El Batman de Morrison (Batman RIP, por ejemplo) despierta lindos debates en los fans. A algunos les ha encantado, a otros no. Y hablar de lo que pasó en la polémica Final Crisis es para largo.

Ya en las imágenes promocionales se ve que Morrison y Quitely harán algo distinto con los personajes más allá de un tema de continuidad. La historia que arranca es muy entretenida, tiene una atmósfera clásica muy marcada, ya no es el oscuro y atormentado Bruce Wayne quien se viste de murciélago para infringir el temor en el corazón de los delincuentes.

Grayson se toma las cosas de otro modo y es ahí donde Morrison juega con el personaje, homenajeando al Batman pre Crisis y hasta la serie de Adam West. La pose de Robin en la portada del número 1 me da razón e esto. Batman And Robin parte muy bien, la historia de tres partes promete, tiene ese aire grotesco del cual Morrison bebe muy bien, tiene ese carisma gráfico que le imprime Quitely que puede ser amado u odiado. No me aguanto de tener en mis inmundas manos el número 2.


miércoles, 15 de julio de 2009

SUPEREDICION

Hace tiempo que le tenía ganas a las ediciones españolas de Superman. Hay sagas del azuloso que me han gustado demasiado como para dejarlas pasar y no adquirirlas en idioma castellano. De la edición mexicana ni hablar, les perdí el rastro desde “Up, Up And Way” (Un Año Después) y después de todo, la versión cuate de los héroes DC me despierta mucho amor-odio.

La cosa es que Planeta ofrece una edición de mucha calidad gráfica. Ya había hablado de ello cuando adquirí la JSA; y claro, despuñes de tener en mis manos la saga de Superman y la Legión de Superhéroes de Geoff Johns y Gary Frank y el tomo recopilatorio de “Un Año Después” se me elevó el apetito de más DC Comics en español.

Ya había tenido suerte de leer la saga con la Legión de Superhéroes, de hecho la comenté acá. Y chuata, hay que reiterar que Gary Frank dibuja increíble, y su Superman calcado a Cristhoper Reeve está de lujo. Por cierto, me gusta la interpretación que hace en lo lápices este dibujante. Sea, no lo dibuja como un fisiculturista inflado de músculos. Coincido en que Superman es definido como un superhombre no por sus músculos, si no por su herencia, crianza y heroísmo. Cansa a veces ver al azuloso simbolizando una propaganda de esteroides.

A todo esto, uno de estos días sería bueno comentar las diferentes ediciones que han legado a mis manos de Superman o Batman. Dar u vistazo al tratamiento gráfico y editorial que les brindó Novaro, Perfil, Zinco, Vid, Sticker Design y ahora Planeta será interesante. Algunas fueron odiadas y otras amadas. Otras son inolvidables.



domingo, 5 de julio de 2009

TRANSFORMES 2: HUMANOS INSOPORTABLES

Hace rato que una película no me despertaba sentimientos tan encontrados como lo fue Transformers 2. No voy a criticar el guión liviano ni le voy a pedir un tratamiento cinematográfico profundo a este film basados en juguetes adaptados como dibujos animados que se transforman en artefactos varios.

La película tiene cosas buenas como las batallas, las secuencias de acción y efectos especiales increíble. Fue lindo ver a los autobots trabajando codo a codo con los militares, vimos a Megatron cascarse a Starscream, Devastator fue una delicia destructiva, los Decepticons son malos bien malos y Optimus Prime es un cabrón y un ídolo para las masas.

Lo que encontré simplemente insoportable es la fauna humana que pulula en el film. El cabro chico del film, Sam, es el personaje más insufrible y desagradable que puede haber. Las personajes humanos del film son sencillamente despreciables, para qué hablar de los padres de Sam y la rica Megan Fox, de la cual da lo mismo cómo se llame en la película. Es rica, una delicia de mina, pero toda la subtrama de su romance es agotadoramente aburrida, la mina sólo sabe poner cara de caliente todo el rato, y Sam es un perfecto imbécil.

Eso fue Tranformers 2. Si sacamos a Sam, si sacamos su estúpido romance y la llegada a la universidad, si sacamos a sus papás y nos centramos en lo que importa, robots transformables pateándose los culos, el film quedaría bastante más redondo. Estoy conciente que debemos poner personajes humanos para el público se identifique, pero por favor, cómo no se van dar cuenta que Sam y su parentela son penosos. Ojala que hubieran muerto todos aplastados por Megatron . En serio.