
Hay que ponerle una nota alta a este cómic. Hace tiempo que Batman y Robin, independiente de quienes estén bajo las capuchas, no contaban con historias tan frescas y entretenidas.
Morrison tira toda la carne a la parrilla, con la mencionada acción y de la buena, villanos grotescos y la relación tirante entre Dick Grayson y Damian Wayne, un cabro sin respeto y arrogante.
Creo que esto es lo mejor que le puede estar pasando a los mitos del murciélago, porque sin ser una historia “All Star”, tiene toda esa magia que estos mismos autores nos mostraron con All Star Superman. La gracia es que esto está en la continuidad de universo DC “normal” y demuestra perfectamente que se pueden hacer buenas historias, bizarras, antojadizas pero con todos los ingredientes de un buen cómic de superhéroes.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario