Han sido raros los últimos meses en la colección de la Justice League of America. La transición a la nueva etapa con James Robinson y Mark Bagley a la cabeza del título, se hizo eterna tras la partida de McDuffie, el salvavidas de Len Wein y ya Robinson como escritor de los crossover de Blackest Night.Lo de nueva etapa no es gratuito ni propaganda forzada. Tenemos un relevo de la trinidad DC con Mon El, Troia (nunca me ha gustado ese nombre) y Batman, pero con Dick Grayson bajo la capucha. O sea, relevo generacional. En términos de continuidad, también resulta raro este número 41, porque ocurre tras los acontecimientos de Cry For Justice y Blackest Night.
Lo mejor es hacer un “casi” un borrón y cuenta nueva para disfrutar cómo Troia rearma un equipo para mantener la tradición, pero con caras muy nuevas como algunos Titans. Sin embargo, esto no me acaba de convencer en lo más mínimo, creo que están metidos con calzador, sobre todo Starfire y Ciborg, que funcionan muy bien en los equipos ligados al universo titán, pero acá, en la Liga, no lo sé. Veremos cómo lo hace nuestro amigo Robinson. Esta etapa parte muy bien, me he releído unas tres veces este cómic porque tiene momentos muy buenos como la conversación de Dick y Donna Troy o cuando es reclutado Mon El: ¿Quieres ser como Superman? Superman estuvo en la Liga…
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