CRISIS DE SECUELA

Tras los desastrosos acontecimientos del magnífico relato denominado “Identity Crisis”, una de las mejores sagas de superhéroes de los últimos tiempos, no cabía duda que en las páginas de la serie regular de la JLA habría una secuela. El desafío de esta nueva entrega no era menor. En IC, un secreto fue revelado en el contexto de hechos graves y que hirieron profundamente al universo superheroico DC. Recordemos que tal revelación dividió en dos a la Liga y, además, trajo consigo los hechos que vimos explotar en el Camino A La Crisis Infinita.

Básicamente, la cosa arranca cuando la Secret Society of Super Villains ya conoce este secreto y en busca de venganza comienzan a remecer las vidas de los héroes.

El desafío de mantener la esencia de lo que fue IC fue mayúsculo. Geoff Jhons y Allan Heinberg no lo logran. Si bien la tensión entre los superhéroes mantiene interés, al final la historia termina sumida en una serie de acontecimientos que se resuelven a los golpes y sin más profundidad a pesar de la discusión moral a la que nuevamente se ven enfrentados los héroes de la Liga.

Es inevitable hablar de Crisis de Conciencia sin remitirnos a “Identity Crisis” que hoy es considerada como una historia de una contundente calidad. IC logró reunir en una gran saga a héroes DC en una sola gran aventura para remecer la continuidad de manera categórica. Brad Meltzer creó, sin duda, un gran trabajo.

La muerte de Sue Dibny, la esposa del Elongated Man (Hombre Elástico) reveló y abrió una caja de Pandora que mostró el conflicto moral de los héroes. Pero mientras IC planteaba una narración centrada en las sensaciones personales de los personajes, CC cae en lo contrario, que es rematar con acción.

Finalmente, CC es sólo un débil puente que siento que se podría haber contado en sólo dos números centrándose en el conflicto de Batman con sus compañeros y los ataques de Society. Sin embargo, la duda que fue sembrada en Bats respecto al nuevo rol de Catwoman en su vida es convincente y entronca bien con lo que hemos venido leyendo en la revista del murciélago.

El rollo de Mongul y el Detective Marciano lo sentí innecesario para alargarlo de esa forma y que se haya “desarmado”. Lo vital allí era saber que era este el responsable de muchos detalles de la trama. Sentí que tenía mucho más potencial dramático centrarse en el conflicto interno de Zatanna. En fin, el tomo es entretenido, no hay duda, hay hartos personajes, hay tensión en algunos segmentos y se deja leer muy bien a pesar del fantasma IC que es inevitable.

Nuevamente es preciso aclarar que si quieres tener todo lo que tiene que ver con la Crisis Infinita, este tomo es vital y queda recomendado. Bueno, finalmente, la edición de SD está de pelos. Ahora, resta disfrutar la Crisis Infinita.

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