lunes, 3 de diciembre de 2007

ADIOS A LA CRISIS, BIENVENIDA LA NUEVA CRISIS


Tras harto tiempo, quizás casi un año de iniciada la publicación de la Crisis Infinita versión Sticker Design, tengo por fin completa la saga. Y como buen cierre de saga cósmica, tras muertes y viñetas plagadas de peleas y derroche de superpoderes tenemos un "nuevo" Universo DC.

Tras la trágica muerte de Conner Kent, Superboy, los héroes lloran su pérdida y en Metrópolis otros persnajes enfrentan a un ejército de supervillanos. Incluso Doomsday tiene su aparición estelar junto a los dos Superman.

Sin la torre que Superboy destruyó, Alexander Luthor sabe que ya no puede recrear el universo “perfecto” pero ahora hay cambios como que los héroes recuerdan la existencia del Multiverso, Wonder Woman fue miembro fundador de la Justice League entre otros cambios.

Superboy Prime, ya desbocado y descontrolado es enfrentado por Bart Allen, ahora Flash. Sin embargo, amenaza con iniciar un nuevo Big Bang destruyendo Oa para crear un nuevo universo. La batalla prosigue, con bajas mientras los Lanterns intentan detener a Superboy Prime con poco éxito. Ahora serán ambos Superman quienes lo toman a alta velocidad ara hacerlo llegar a donde estuvo alguna vez Krypton. Atraviesan el sol rojo y caen a Mogo, el Green Lantern que es un planeta viviente. La armadura de Prime queda destruida y pelea ya debilitado con ambos Superman. Kal-El con ayuda de Green Lantern detiene a Superboy pero Superman de Tierra 2 paga un alto precio.

Alexander paga también caro todo lo que hizo. El Joker le arroja ácido al rostro y junto a Luthor, quien aún quería recrear su universo aparentemente muere por un disparo. En Oa, un pequeño sol rojo es la prisión de Superboy Prime, custodiada por los GL Corps. El joven, tras marcarse en la piel de su pecho la clásica S promete que volverá. En tanto, Superman ahora sin poderes, Batman y Wonder Woman emprenden viajes por separado para evaluar qué pasará a futuro.

Este número realmente subió la vara respecto al “bajón” de los dos anteriores más que nada debido a lo sublime que fue el cuatro. Tal vez ver a ambos Superman darlo todo por vencer al desbocado Superboy Prime, con la muerte “definitiva” del primero de todos Kal L, marca uno de los momentos cúlmines de la saga. Además, la evolución del joven personaje oriundo de Tierra Prima la encontré bastante atractiva y con mucho jugo. Pasa de ser un mero títere a un elemento discordante y detonante de sorpresivas consecuencias para el Universo DC. Y lo más trágico: lo que más criticaba del universo al que salvó en la crisis original, le jugó en contra y él mismo terminó siendo lo que más odiaba. Estos elementos tuvieron muchos simbolismos y guiños a los cambios editoriales por los que ha atravesado nuestra editorial favorita.

Es cierto que como buen cierre de maxisaga de tintes cósmicos, los combos, las explosiones y las muertes de varios personajes adornados con varios diálogos cliché y ultrarrepetidos tienen un alto protagonismo. Pero eso es algo propio de estas historias. Basta revisitar Armageddon 2001 y la errática Zero Hour.

Afortunadamente, el cierre de la historia tiene cierta coherencia y reafirma el rollo retro que se la querido imprimir al Universo DC tras esta nueva crisis que a algunos les ha agradado y a otros no. En fin, Batman se fue a recorrer el mundo junto a sus protegidos para “encontrarse”, Superman se retira a vivir una vida de civil y Wonder Woman, bueno, ella tiene mucho que revisar acerca de su vida y tal replanteamiento acerca de la trinidad DC me pareció interesante y que quizás podría haber sido aprovechado de otra manera. Si han leído los One Year Later y los 52, saben de qué hablo.

El tiempo ha dicho que no todo está dicho en la casa de Superman porque la Infinite Crisis fue sólo otro elemento que se arrastra de la Crisis original. Después tuvimos 52, con la “sorprendente” revelación del regreso del multiverso y ahora Countdown, que es la cuenta regresiva a la Final Crisis, o la Crisis Final.

En el aspecto gráfico me hubiera gustado que un solo dibujante se hubiera hecho cargo de los lápices, pero no fue así y al menos quienes realizaron los trazos llevaron a cabo un notable trabajo.

Esto marcaría mi despedida de la “saga SD” con su edición de la Crisis Infinita y de lo cual publicaron harto material. En fin, más allá de que no sigan, queda en el estante esta saga en formato revista (no me hubiera gustado tenerla en tomo) junto a otros libros relacionados.

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