SIN MIEDO A RESUCITAR

Matar a un personaje y traerlo después de a la vida, o sea resucitarlo mediante métodos creativos o mediocres – es una maniobra que asegura ventas e interés. El desafío es que una vez vuelto a la vida, las historias estén a la altura y el guionista demuestre que valió la pena la pena el regreso además de subir un poquito las ventas del negocio a expensas de un finado. Ejemplos sobran.

La primera vez que leí “Green Lantern Rebirth” tenía mucha curiosidad cómo Hal Jordan iba a encajar en el Universo DC ya que si bien se sacaron muy bien el pillo de Parallax y toda la epopeya del héroes esmeralda como súper villano, no hubo “reboot” o borrón y cuenta nueva. Ante los ojos de varios personajes, Jordan sigue siendo en el peor de los casos, un ex – villano.

En "Sin Miedo", publicada hace poco tiempo por Unlimited en dos tomos, Geoff Jhons no se hizo mucho drama para contar nuevas aventuras para Hal. Lo metió a una nueva Ciudad Costera en reconstrucción, muestra hitos del pasado de Jordan – muchas de ellas profundizadas en “Origen Secreto” – y retoma como antagonistas a unos viejos conocidos del universo del gladiador esmeralda: los Manhunters, el dr. Hammond y Black Hand (sí, el mismo de Blackest Night); y hay reencuentros con viejos amigos como Kilogow. O sea, nada rebuscado, si no que fue meter a la juguera ingredentes conocidos para dar una mezcla más fresca.

En general hay un poco de desorden con tanto villano y el centro de la historia a momentos se pierde, pero en general lo que a mi juicio se quiere hacer en esta primera saga post-resurrección es reinstalar a Jordan en su nuevo paradigma superheroico: el regreso de uno de los más grandes héroes que ha tenido el mundo pero con una gran mancha en su historial de vida.

Buena saga, muy buen dibujo (Pacheco es maestro), la historia nada del otro mundo, pero que pavimenta el camino a hechos más intersantes.