REQUIEM POR UN BICHO

Okey, este comentario es tardísimo, hace tiempo que él ya no está con nosotros, pero más vale tarde que nunca. Sería interesante comentar un día la inmediatez que brinda la descarga de e- comics….

Bueno, la cosa es que la crisis está por comenzar de la mano de SD. Y me refiero a la Infinite Crisis, no a “Cuentas Regresivas…A” y “Caminos A… “, y lo más relevante para este Bicho, es que es muy cerca en términos de espacio tiempo de la edición original americana. Algo raro antaño. Pero bueno, esa es otra historia.

La Crisis saldría seguramente en septiembre y siempre y cuando no nos deje pagando como con Superman.

Pero bueno, la “Cuanta Regresiva A… “ fue para mí algo más que el inicio de esta macrosaga . Claro, muere Ted Kord, personaje muy querido por la vieja guardia. Pero además, en mi caso personal mío de mí, fue el primer cómic de superhéroes que leí después de una sequía comiquera extensa. Fue en scan después de haber pasado un par de años desconectado y claro… no cabe duda que este fue un buen reencuentro. Lo que me sorprendió fue la evolución que evoca este título después de años de leer historias de superhéroes. Me refiero a que la sequía me evidenció aún más la madurez, la mayor profundidad en los personajes y en la consolidación del universo DC que uno conoce de cabro chico y que ya vivió una Crisis.

La trama con que arranca con este título fue sumamente interesante. Se presentan un universo superheroico complejo, con fallas, más “humano”, con personajes tridimensionales y con conspiraciones de las que ni Superman, Batman o Wonder Woman, vamos, la sagrada trinidad DC, escapan. Maxwell Lord, al mando de Checkmate es una verdadera personificación de la conspiración y la implementación de agendas violentas y oscuras. Nada que ver con el Lord que conocimos en la Liga de Giffen. Además, vemos que la bomba meta gen de los Dominadores de la saga perfilesca Invasión sí tuvo consecuencias.

Y el protagonismo de Blue Beetle, comprometido con un caso, obsesivo y angustiado por la incomprensión de sus pares estuvo de antología. Acá no está el Ted Kord “comediante” que vimos antaño, pero lo relevante del tomo es que Johns, Rucka, Winick no reniegan ni ningunean la época dorada de Giffen y DeMatteis. Blue Beetle y Booster Gold siguen sendo los mejores amigos y siguen bromeando entre sí, pero en un escenario que no es ningún chiste.

A mi juicio, Countdown marca un antes y un después real y sustancial en mi epopeya de lector. Suena cursi y qué weá. Me encontré con un relato sólido, con personajes inmiscuidos en redes oscuras propias de lo que vimos en esa genialidad que fue Identity Crisis. Nos encontramos con un Batman que despierta resquemores. No está el detective ni el superhéroe… estamos ante un ser paranoico y obsesionado que causará una grave crisis con la decisión de haber creado a Hermano Ojo, cosa que repercutirá más tarde en los acontecimientos conocidos por todos.

En fin, gran tomo y que definitivamente esta dentro de mis lecturas más queridas y favoritas.

Hasta siempre, Ted Kord…