
Green Lantern Rebirth
Este es otro de los grandes acontecimientos que a la DC le están trayendo excelentes críticas y gracias a la cual han configurado un momento crucial con la famosa nueva crisis, actualmente en curso en U.S.A. Basta nombrar la poderosa “Identity Crisis” o “Countdown to…”. Y Sticker Design, en un esfuerzo pocas veces visto, sacó muy cerca de la edición yanqui el comentado y trascendente “Green Lantern Rebirth”, historia que cambió - una vez más - a los Linternas Verdes, particularmente a Hal Jordan, para siempre (?). Además, los destinos de Kyle Rayner, John Stewart y el verdadero Guy Gardner (no esa mierda humano alienígena que era Warrior) también se vieron afectados.
Esta miniserie de 6 números, presentada por Sticker Design en dos tomos de una excelente calidad, fue guionizada por Geoff Johns (Teen Titans, The Flash) quien junto al espléndido y detallista Ethan Van Sciver (New X-Men, The Flash: Iron Heights) dan nacimiento a algo que merece varios comentarios.

Para nadie es un misterio que las muertes en el universo superheroico no son para siempre. A veces son necesarias para dar viento fresco a personajes agotados o que estuvieron sumisos en la mediocridad máxima. Aceptémoslo, como lo diría Tia May. Las muertes y regresos bien planteados suelen quedar bien. Otros no.
En resumidas cuentas – y siguiendo fuel a su onda retro – la DC debía hacer regresar a Hal Jordan, el Green Lantern definitivo, a pesar de los grandes méritos de Kyle Rainer. Y bien, el problema es que no tuvo una muerte “típica”. Hal es un héroe que “se pasó al lado oscuro”. Salvó a la Tierra en la Noche Final y después se volvió parte del Espectro, algo que su momento también fue aclamado y criticado sin misericordia . Ahora, la cuestión era cómo lo resucitamos y de paso lo redimimos de sus pecados de una manera definitiva (no olvidemos que en la Zero Hour casi recrea a su pinta la realidad). Fácil. Hal estuvo poseído.
Para muchos este planteamiento pareció burdo, rebuscado y forzado. A mí me pareció así en un primer momento. Sin embargo, Johns recrea los mitos de los Linternas de una manera sumamente creativa y da una vuelta de tuerca a detalles que no eran lo que parecían. Nos enteramos, gracias a Kyle. que Hal fue gradualmente poseído por una entidad amarilla hecha de miedo viivo conocida como Parallax. Asimismo, cosas banales como sus canas y otras graves como su jornada sangrienta al final no fueron “porque sí”.

Momentos que recuerdo sublimes, aparte de la piedra angular de la historia, por supuesto: cuando Steward reprime a Batman y le dice “Hal es la única persona en este mundo que no compra lo que estás vendiendo. Hal era el hombre sin miedo. ¿Y qué es Batman cuando no le tienes miedo? Sólo un hombre”. O cuando Batman habla, casi como lector casi satisfecho: “Supongo que este universo necesita un poco más de luz, de todas maneras”. Y como también ocurre en “Identity Crisis”, Green Arrow se roba las viñetas.
Antes que me olvide… otro punto a favor (justificado porque sí editorialmente y astutamente en materia de argumento) es el regreso nuestro querido y añorado Guy Gardner como un Linterna hecho y derecho. La verdad es que era necesario que este gran personaje volviera a ser lo que era después de esa bazofia que le hicieron para post Hora Cero. Es carismático y muy querido por quienes lo disfrutamos en su etapa de la Liga de Giffen - De Matteis , no cabe duda.
¿Era necesario hacer volver a Hal Jordan? De acuerdo a cómo está planteando la DC sus propuestas para los nuevos tiempos, absolutamente sí. Además, vemos al auténtico Hal de regreso. No una versión alternativa, ni una versión más joven, un clon o un hijo perdido.
Mención aparte es el dibujo de Ethan Van Sciver. Excelente narración, ritmo diseño y detalle.
Aunque, la pregunta que hace Batman aún irrumpe en mi neurona satélite: ¿Esperas que me crea esto? ¿que estabas influenciado? ¿poseído? Bueno… sí. Me digo que me lo creo.