
No, no vamos a referirnos a la gestión de ALFA como distribuidora. Se trata de opinar de los dos últimos tomos del segundo coleccionable de
Batman, sí, el mismo que se adelantó un poquito, y que contiene la aclamada y también criticada-odiada saga
“Hush”, escrita por
Jeph Loeb y dibujada por
Jim Lee. Muchos de nosotros, los lectores chilenos, tenemos la versión que publicó hace unos años la editorial argentina
Sticker Design... y fuimos muchos lo que nos decepcionamos. Sin embargo, me incluyo, el dibujo hace que
"Hush" valga la pena, sobre todo si eres fan de
Lee.
El número 19 de
Batman el Caballero Oscuro también recoge
“Tabula Rasa” (Gotham Knights 46-49), igualmente publicada por
SD tras cerrar
"Hush"; y el tomo 20 va publicado el resto de la saga dibujada por
Lee. El libro que cierra la colección es una delicia, porque tiene tapas desplegables de unos de los trade paperback, según tengo entendido. En suma, creo que tener
Hush en dos tomos de buena calidad a 10 lucas, vale la pena, así que haz el intento de conseguirlos si no tienes la versión de SD o la tienes en el disco duro de tu computador. El guión, eso sí, no es ninguna maravilla, queda hecha la advertencia.

Por cierto, a modo de reciclaje, a continuación
va un review que escribí acerca de
Hush y en que lo hice mierda, antes de leer
Infinite Crisis y la saga de Red Hood:
(27 de diciembre del 2005) Cierra la segunda tanda argumental de la revista quincenal de
Batman y debo decir que estoy plenamente desilusionado.
“Hush” y “Tabula Rasa” han resultado ser de las cosas más decepcionantes que me ha tocado leer del hombre murciélago. Es más, me hace añorar con mucha rabia las etapas clásicas post crisis que nos ofrecieron historias magníficas.
Siempre me gustaron las sagas que hacían
Grant - Breygfole, un equipo creativo que ofrecía buenas tramas de detectives, de esas en que Batman debía usar su mente más que los combos para solucionar los casos. De aquellas historias surgieron Scarface, Cornelius Stirk, Anarchy y muchos otros que aún integran con honores lugar en la galería de villanos de Batman.
Pero esos fueron otros tiempos. Lo que ha sacado
Sticker Design en su publicación quincenal ha dejado bastante que desear en muchos aspectos. De
“Broken City” y “Mientras Vuela el Cuervo” poco puedo decir, porque aún no las he leído.
“Hush” me pareció que arranca con gran potencia, siendo factor de ello innegablemente el dibujo de
Jim Lee, un artista que me gusta y que, pese al quien le pese, revolucionó hace unos años el panorama norteamericano. Asimismo,
“Silencio” era conocida como la saga más famosa de
Batman de los últimos tiempos, por lo cual obviamente mis expectativas eran mayúsculas. Pero al cabo de plantear una trama interesante, que daba para explotar al máximo la faceta detectivesca de Batman, nos encontramos con una sucesión de episodios de relleno que lo único que hacen es mostrar a la Batifamilia en pleno, con apariciones bastante mediocres de personajes emblemáticos como el
Joker o
Harvey “Two Face” Dent.
Loeb simplemente escribió una historia para que Jim Lee se luciera – que lo hace -. Sin duda, la
DC Cómics vio ahí un superventas en las librerías especializadas, cosa que fue ratificada por los fans. Pero ya sabemos que ventas no es sinónimo de calidad.
Lamentable. Hacia el final, cuando nos “sorprenden” con una gran revelación, esta resulta ser un engaño más de este nuevo enemigo,
“Hush”, quien más encima fue uno de los artífices del juego de otro “supervillano”:
The Riddler, o el Acertijo. No sé. Es increíble cómo una historia que tiene un remate tan mediocre pudo haber gastado un año de papel y tinta en EE.UU. Da la triste impresión de que
“Hush” podría haberse hecho en cuatro episodios y punto. Desde la aparición de
Superman, la historia simplemente empieza a guatear.

Y
“Tabula Rasa”… también lamentable, con villana mediocre de por medio y una historia de tensión que no termina en NADA. Esa portada de
Bolland (lo único bueno de los cuatro episodios) con
Batman y Bane, presentados como el nuevo dúo dinámico, resultó ser un cartel inútil acerca de las potencialidades del supuesto parentesco vía padre. La respuesta a esa interrogante es descaradamente y mediocremente resuelta con cero tratamiento, sin tensión argumental, sin nada.
Sticker Design está escogiendo muy mal las historias a mi juicio. Echo de menos al
Batman detective, que creo que aparece en los tomos que han publicado (y que reitero que no leído, cosa que solucionaré a la brevedad). Da la impresión de que la editorial argentina quiere potenciar los tomos más que las revistas, y para ellos nos está estafando con historias que son presentadas como obras fundamentales… y que no lo son. Quiero a Batman de vuelta