Y la hizo de nuevo Grant Morrison al entregarnos una historia algo bizarra con la primera aventura del nuevo dúo dinámico surgido tras los eventos de Battle For The Cowl. Acompañado por el artista Frank Quitely, quien es admirado y odiado por fans del orbe, el escritor inglés nos golpea con un nuevo villano y sienta las bases de una colección que brilla con méritos propios en el marco del convulsionado Universo DC (¡hola Didio!).A mí me agrada mucho Quitely, muchos lo critican porque hace caras rechonchas o qué se yo, cosa de gustos, pero lo que es cierto es que le otorga una dinámica especial a sus dibujos, su trazo narra una historia, hay secuencias de acción que son inmejorables y que otros artistas sobrevalorados no logran, pero claro, repito, es cosa de gustos.
En este primer arco de tres episodios, Morrison rearma su propio universo batmaniano, muy bizarro, sentando las bases de la nueva relación de Batman con Gordon, los fuertes lazos de Dick con Alfred, la difícil sociedad de Dick con Damian Wayne, el nuevo Robin; y se da el lujo de presentar al un nuevo villano, el Professor Pyg, quien será un digno integrante de la fauna malosa del murciélago. Muy buena esta serie, absolutamente recomendada. Y ahora se viene la irrupción de un ¿nuevo? Red Hood.
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