“Formely Knows as Justice League”, déja vu ñoño.
Hace ya bastantes años, una editorial argentina llamada Perfil con unos correos administrados por un tal Rascomix y un tal Profesor Weirdo – bastante saco de plomo el weón – llegaba a los kioscos chilenos con cuatro publicaciones de superhéroes DC. Para muchos de nosotros, sobretodo a los que se nos cae el carnet, significó un bonito reencuentro con viejos amigos de la infancia (igual no soy tan tata!). Superman, Batman, Flash y la Liga de la Justicia invadían tierras chilenas para quedarse y por varios años.
Lo interesante era que las colecciones arrancaban en la era post Crisis de la cual muchos conocíamos sólo a través de artículos. Pero se sabía que el universo DC no era el mismo y que el multiverso ya ni existía. O que Flash ya no era Barry y otros tantos detalles.
Pero de las cuatro colecciones quizás la que más me sorprendió fue la Liga. No era la que recordaba y no eran ni mucho menos los Superamigos. Era un grupo que renacía de las cenizas de Legends – una saga que amo / odio – y que retomaba un camino que apostaba algo arriesgado: una veta bastante humorística.
Pero esta gloriosa etapa merece su propia volá aparte y por muchas razones. En mi vida ñoña, la “Liga de Giffen” ocupa un lugar importante y prueba de ello es que lo que titula este web blog.
El 2003 la DC sorprendió gratamente a los nostálgicos de esa etapa liguesca que murió con “Rupturas”. Salía una miniserie llamada “Formely Knows as Justice League” o “Antes Conocidos como la Liga de la Justicia”. Me imagino la presión de Sticker Design en los corroes para sacarla. O sea, si a alguien le pareció extraño es porque no vivió a etapa Perfil o no oyó hablar de ella. Nadie es perfecto.
El Rafa de la Iglesia debió cumplir. ¡Y en algo que pague sus insufribles respuestas de los correos Perfil, si ya sabemos que en realidad Rascomix y Aweoweirdo eran él!
Y salió ese fantástico tomo, agrupando los seis números de la miniserie USA. Tal vez es la compra que más satisfacciones que me he dado desde el regreso de la DC a Chile vía Argentina, cosa que posibilitó que estos tomos lleguen a las provincias de este Chilito, y aunque sea vía kioscos Salo. Existía una versión de Norma España, pero después las chuchás que vomitó un amigo después de ver su precio en Santiago – y las mías cuando lo constaté – mejor me abstuve de que me robaran. Pero SD me dio en el gusto con una edición prolija y trabajada para ñoños nostálgicos.
Y esta satisfacción a la nostalgia era con alevosía y premeditación: portada emulando la numero uno de antaño donde Guy Gardener decía con cara de vaca “¿Quién invitó a estos tipos?” y reuniendo a prácticamente el mismo equipo creativo: Keith Giffen, J. M. De matteis y Kevin Maguire. En esta ocasión, las expresiones son extraordinarias.
AQUI VAMOS DE NUEVO
Temáticamente la miniserie retoma el mismo espíritu de la versión clásica – de esta Liga - y manteniendo las mismas fortalezas que la hicieron grandiosa: los magníficos trazos de Maguire, resaltando poses y rasgos faciales y detalles de narración repletos de guiños y, por supuesto, las tradicionales tallas y chistes malos en las conversaciones del diario vivir de los ahora llamados Superbuddies, algo así como súper tipos.
La saga arranca Maxwell Lord reclutando a miembros antiguos entre los que se encuentran nuestros viejos conocidos Blue Beetle, Booster Gold, Capitán Atom, Elongated Man, Fire y la novata – literalmente, pero un aporte a la larga – Mary Marvel.
Para más remate, ni L’ron se salva y termina en el staff, uno de los mega villanos es el “nefasto” Manga Khan y hasta G’nort, para bien o para mal, hace su participación estelar. O sea, toda la carne a la parrilla.
Las aventuras no son fueron una novedad dentro del microuniverso que crearon en su época. Acá Giffen y De matteis no asumen riegos salvo reiterar las situaciones ridículas, los chistes malos y las inmaduros comportamientos de algunos, los cuales sabemos quiénes son. Por ejemplo, el enfrentamiento con Rolulette y sus planes siniestros da como resultado ver a nuestros héroes en situaciones límite y es la excusa necesaria para que explote el humor negro y el absurdo. Ni modo.
Enumeremos algunos:
Capitán Atom: “Si tuviera un dólar por cada vez que un tipo con tentáculos en la cabeza, capa y botas... bueno probablemente tendría un dólar…”
Notable: Booster Gold casado cara de raja con una vieja estirada y dándose una vida de gigoló. O Blue Bleetle es una pose de madurez que nadie se traga. Pero nadie. Si hasta su mejor amigo se lo palanquea firme.¿Fire? Caliente como ella sola…Mary Marvel, una minita adorable extremadamente cabra chica. Y Elongated Man… un payaso como siempre.
O el encuentro de Lord con dirigentes de la comunidad… hay un gordito que a cada frase repitiendo “bien dicho”. O cuando dicen que Mary Marvel se revolcará con el Capitán Atom y ella responde “ni siquiera tuve un novio”.
J- Lo, la robot de Manga Khan, con un culo grande y ojos de formas sexis - por no decir tetas – repite insistentemente “La mercadería permanecerá callada!”. O L´ron tratando a Lord como “Su odiosidad”, “su inutilidad” y otros etcéteras.
Batman, a nombre de los viejos tiempos, le da una galleta al Detective Marciano…
Blue Beetle y Booster en el metro teniendo una conversación para a historia del absurdo… “Es toda esa rutina del tengo un problema cardiaco y ahora soy maduro ¿no?” dice Booster. “Y me menosprecias porque me case con una vieja repulsiva por su dinero?”. “No escuuuuuuuucho, no estoy escuchando”, responde el Bicho.
J’oon J’oonz: “Estás disfrutando con esto”. Batman: “No se lo digas a nadie. Arruinaría imagen”.
J’oon J’oonz: “¿Eso fue una broma?” Batman: “¿De una cruel y obsesiva criatura de a noche? No seas absurdo”.
Hacia el final, cuando Wonder Woman dice: “… pero la completa ineptitud de su organización es asombrosa”. Y Blue Beetle responde “Esa, junto ahí es arrogancia”, con la genial pose del escarabajo levantando el dedo. Notable expresión.
Uf… Podría seguir con los “o”. Las situaciones cómicas y los diálogos hilarantes son demasiados y divertidos. A eso le damos el valor agregado del dibujo de Maguire y completamos el cuadro de esta obra.
Finalmente, no hay que olvidar la genial aparición de la JLA, con Batman J’onn J’onnz y Wally Flash. Hasta a Plastic Man le llama la atención este “repentina” explisón de humor… Hasta da la impresión de que Batman se está riendo en forma irónica en todo momento, con el astuto detalle de estar siempre en penumbra o no se le muestra la cara en directo.
Una gran obra que no me cabe duda que quienes no leyeron la versión original, disfrutaron a guata llena este libro. Bueno, eso es todo por hoy. Deja vu.