
Con los años me he vuelto un fuerte consumidor de series de TV. Al no tener TV cable, porque lo encuentro un gasto algo injusto por la cantidad de canales basura que ofrece el servicio, lo mejor es descargar de Internet los shows a elección. Años atrás la única serie que seguía con regularidad era Star Trek, sus sucesoras y las eternas repeticiones de clásicos como Los Magníficos y las series biónicas, qué se yo.
Pero al descubrir joyas como Babylon 5, Alias y, en serio, Lois and Clark, las cosas cambian. Hoy me devoro fervientemente varias series, desde las sagas Trek, pasando por Stargate hasta productos muy potentes como Prison Break, Lost, Jericho, John Doe, estén en emisión o no.
Pero al descubrir joyas como Babylon 5, Alias y, en serio, Lois and Clark, las cosas cambian. Hoy me devoro fervientemente varias series, desde las sagas Trek, pasando por Stargate hasta productos muy potentes como Prison Break, Lost, Jericho, John Doe, estén en emisión o no.

Como dije, es la chiva perfecta para traer a la pantalla chica más robots asesinos de Skynet enviados para matar al “mesías” John Connor y a su madre, Sarah. Para quienes estamos familiarizados con las películas, la serie tiene todos los ingredientes que forman la atmósfera violenta que rodea a la saga.

La gracia es que está bien narrada, con buen ritmo, muy bien producida y repleta de guiños. “Terminator: The Sarah Connor Chronicles” es una buena excusa para pasar un buen rato con robot asesinos, balas, sangre, esqueletos cibernéticos y estar a la espera de la inminente caída de la humanidad.